Stephen Curry, la sensación de Golden State, brilló una vez más en la escena de la NBA al ser coronado como el Jugador Clutch del Año el jueves pasado, un merecido reconocimiento tras su liderazgo en las anotaciones decisivas durante toda la temporada.
Esta victoria no solo consolida su posición como una leyenda viva del baloncesto, sino que también agrega un nuevo trofeo a su ya impresionante colección, la cual incluye dos premios MVP, un MVP del Juego de Estrellas, un MVP de las Finales de la NBA, un MVP de las Finales de la Conferencia Oeste y nueve selecciones All-NBA.
Curry emergió como uno de los tres finalistas, compitiendo codo a codo con DeMar DeRozan de los Bulls de Chicago y Shai Gilgeous-Alexander del Thunder de Oklahoma City. Sin embargo, fue la destreza en el momento crucial del juego lo que lo destacó, liderando la liga en anotaciones en momentos determinantes. ¿El resultado? Una asombrosa cifra de 189 puntos, superando a sus competidores más cercanos, con DeRozan en segundo lugar con 182 y Gilgeous-Alexander en tercer lugar con 112.
La votación no dejó lugar a dudas: Curry recibió 45 votos de primer lugar, acumulando un total de 298 puntos, mientras que DeRozan se quedó atrás con 272 unidades. Gilgeous-Alexander, aunque impresionante, no pudo igualar el desempeño impecable de Curry, obteniendo 160 puntos en total.
Este prestigioso premio, con el nombre del legendario Jerry West, fue instituido el año pasado, siendo De’Aaron Fox de los Kings de Sacramento su primer ganador. Este año, 23 jugadores preseleccionados por los entrenadores compitieron por el codiciado galardón, antes de que un panel compuesto por 99 periodistas y locutores expertos en la NBA tomaran la decisión final, considerando exclusivamente el desempeño durante la temporada regular.
