Tras las derrotas en las elecciones del 2004, 2008 y 2012 (dos veces con Hipólito Mejía y otra con Miguel Vargas Maldonado), el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) buscaba tomar un rumbo diferente de cara al torneo electoral del 2016 y retomar el poder por primera vez desde el periodo del 2000-2004.
Para después de finalizado el proceso electoral del 2012, en el partido fundado en 1939 y hasta entonces principales abanderados de la oposición política habían dos bandos claros, que enfrentaban a Vargas Maldonado y Mejía, cuyas rencillas empezaron en el torneo interno lidiado en el 2011 para decidir quién sería el candidato presidencial.
En ese proceso, tanto el excanciller como el expresidente de la República se acusaron mutuamente de fraude, mientras que los primeros boletines no salieron hasta más de 10 horas de clausuradas las urnas. Sin embargo entre el conflicto, una comisión dictó como oficiales los resultados en donde Mejía vencía Vargas Maldonado (54% a 46%) y un mes después llegaron a un acuerdo para detener las rencillas y trabajar en la campaña electoral.
Sin embargo tras la derrota electoral del 2012, las pugnas internas volvieron por sus fueros y cada vez se iban haciendo más intensas. Y con Miguel Vargas buscando repetir en la presidencia del partido, la cual ocupa desde el 2009, mientras Mejía consideraba que tras los últimos resultados era necesario un cambio en el mando del partido blanco.
Lo primero sucedido fue un intento de expulsión de Miguel Vargas Maldonado, empujado por la facción de Mejía, cosa que fue rechazada por el Tribunal Superior Electoral.
Pero a pesar de las insistencias y las diferentes intervenciones de mediadores de la categoría del fenecido monseñor Agripiño Núñez y el expresidente de Panamá, Martín Torrijos, a mediados de febrero Mejía y Luis Abinader oficializaron su salida del PRD, justo después de unas declaraciones de Vargas Maldonado en donde se mostraba a favor de apoyar la reelección del entonces presidente Danilo Medina, miembro del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Tanto Mejía como Abinader acusaron al excandidato presidencial de “secuestrar” al PRD y anunciaron que competirían en el proceso electoral del 2016 en la “Convergencia por un Mejor País”, grupo que integraban los partidos Frente Amplio, Humanista Dominicano, Alianza Social Dominicana (ASD) y otras organizaciones independientes.
La deserción del partido blanco encontró impulso con una convención en julio del 2014, donde en medio de sillazos, disparos y varios encuentros violentos, el exministro de Relaciones Exteriores intentaba ser ratificado como presidente del partido.
Previo a esto, Vargas Maldonado y sus seguidores habían propiciado “la expulsión del PRD” de Hipólito Mejía y Andrés Bautista, así como sanciones a Orlando Jorge Mera, que para entonces fungía como secretario general del partido blanco.
Nacimiento y primeras elecciones
En septiembre de ese mismo año, Mejía anunció la formación del Partido Revolucionario Moderno (PRM), quien tomaría la personería jurídica de la ASD, partido fundado por el padre de Luis, José Rafael Abinader; y en una carrera contra el tiempo, utilizando casi los mismos estatutos del PRD, lograron el cambio nombre en la Junta Central Electoral (JCE), justo para participar en las elecciones del 2016.
Para esas primeras elecciones, Luis Abinader fue escogido como el candidato presidencial tras ganar esa primera convención interna y con la actual alcaldesa del Distrito Nacional e hija del exmandatario, Carolina Mejía, como compañera de boleta, sorprendieron al país al escalar al segundo lugar y obtener 1 millón 611 mil 276 votos (34.99 %), mientras aún se encontraban en proceso de estructuración.
Tras ese proceso electoral, Abinader y el PRM se mantuvieron trabajando en las propuestas para volver a competir en las elecciones del 2020 y mientras el PLD vivía su peor conflicto interno en su historia partidaria, que dio como resultado la salida de Leonel Fernández, tras las primarias de octubre del 2019, la entonces líder de la oposición se mantenía unida, luego de que el actual presidente lograra la candidatura al vencer a Hipólito ese mismo mes por un amplio margen.
El éxito del 2020
Con el PLD dividido y un estallido social en contra del oficialismo generado por la suspensión de los comicios municipales del 16 de febrero del 2020, tras los fallos del voto automatizado que a su vez había sido cuestionado durante las primarias del PLD, el PRM fue el gran ganador de las elecciones municipales extraordinarias del 15 de marzo al obtener junto a sus aliados 81 de las 155 alcaldías y colocándose en gran posición para la contienda presidencial.
Ese torneo electoral estaba pautado para mayo de ese año pero debido al embiste de los efectos generados por el brote de coronavirus (Covid-19) en el país fueron aplazadas para el cinco de julio de ese mismo año. A pesar de ello, Abinader junto a Raquel Peña como candidata a la vicepresidencia, logró coronarse como presidente de la República al lograr el 52.52% de los votos.
Primeros escándalos en el poder, denuncia de las bases y corrupción
Desde el pleno inicio de la gestión de Luis Abinader el 16 de agosto en el 2020, el Gobierno ha sido objeto de varias críticas debido al manejo de las crisis sanitaria y económica generadas por la pandemia; sin embargo han sido los escándalos de corrupción de miembros del gabinete y la militancia del partido los que han empañado la administración perremeista.
El PRM se ha visto dentro de escándalos que involucran a varios de sus dirigentes y funcionarios que han llegado a la justicia ordinaria dominicana e incluso, a tribunales internacionales.
Funcionarios, diputados y dirigentes como Miguel Gutiérrez Díaz, Yamil Abreu, Leonardo Faña, Luis Maisichell Dicent y Kinsberly Taveras han sido señalados en casos como violación, supuesta corrupción.
Taveras, exministra de la Juventud, a tan solo cuatro meses de haber asumido sus funciones en ese ministerio se vio en la necesidad de presentar su renuncia al cargo, debido a que el Ministerio Público abrió una investigación en su contra por su declaración jurada de bienes que subía de los 100 millones de pesos; el aún diputado por la provincia Sánchez Ramírez, Sadoki Duarte, fue investigado simultáneamente por el Consejo de Ética de la Cámara de Diputados, por el Ministerio Público y por el fiscal nacional del partido de gobierno por supuestamente haberle dado un puñetazo en el rostro a una raso de la Policía Nacional, mientras él intentaba evitar que ella incautara un vehículo que transitaba en horario del toque de queda en un hecho transcurrido a finales de diciembre del 2020.
Otra de las situaciones fue la del aún diputado por Santiago, Miguel Gutiérrez Díaz, quien fue apresado al llegar a Estados Unidos, acusado de narcotráfico internacional de drogas; el legislador fue apresado el 18 de mayo del año pasado y justo ese mismo día el partido de Gobierno señaló que cada ciudadano es responsable de sus actos y expresaron que como la organización partidaria a la que pertenecía el congresista tomarían acciones disciplinarias contra los miembros que quebranten sus principios.
En enero del 2021, Faña, quien entonces era director del Instituto Agrario Dominicano (IDA); fue acusado por agresión sexual por una de las empleadas de la institución que tenía a su cargo; el exfuncionario cumplió prisión preventiva por el presunto hecho, y luego fue dejado en libertad aunque con impedimento de salida y presentación periódica, además de pagar una multa de RD$500 mil pesos. José Daniel del Rosario Valdez, fue designado en el cargo.
Al tiempo que a inicios del mes de junio de ese año, a Maisichell Dicent, exadministrador de la Lotería Nacional se le dictó un año de prisión preventiva como medida de coerción acusado de supuestamente estafar a múltiples consorcios y propietarios de bancas nacionales e internacionales en un sorteo fraudulento el sábado 1 de mayo. El mismo fue desvinculado de ese cargo el pasado 15 de junio, tres días antes de que se dictara la medida de coerción y aproximadamente un mes después de que fuera suspendido tras la “explosión” del escándalo.
Sin embargo, uno de las problemáticas más constantes han sido las denuncias de que no hay empleos para las bases y la oposición dentro de la misma entidad política, encabezada por opiniones del dirigente Ramón Alburquerque.
El pasado mes de febrero, el expresidente del Senado y miembro de la dirección ejecutiva reveló en una intervención de un programa de televisión que podría presentar su precandidatura para aspirar a la Presidencia de la República por esa organización; durante esa misma entrevista, rechazó los movimientos reeleccionistas de sectores en el Gobierno y expresó que el presidente Abinader no “es el único” que tiene derecho a presentarse nueva vez para una postulación presidencial.
Un cambio de parecer con la reelección y la reforma de los estatutos
El pasado domingo, las bases del PRM aprobaron un cambio en los estatutos que tenían desde el 2014; esa reforma en los reglamentos internos del partido oficialista, fue sometida en “búsqueda” de actualizarlos con relación a las leyes que rigen el sistema electoral.
En la reforma se cambió el nombre de la Secretaría Nacional de Tecnología a Secretaría Nacional de Innovación; se estableció para todos los organismos el principio de equidad de género, una iniciativa del PRM tanto en la ley de partidos como en la ley electoral, por lo que a partir de la próxima convención se establecerá en todos los organismos la inclusión de jóvenes y mujeres en una proporción de 40/60; de igual forma, fue creada la Secretaría para la Diáspora, entre otras innovaciones que se incluyeron en los estatutos con la finalidad de establecer un partido moderno y de acuerdo a los estándares que la ciudadanía espera.
Sin embargo el cambio más importante se realizó con relación al artículo 101 que “impedía” la repostulación consecutiva del actual presidente Luis Abinader.
Ese antiguo articulo rezaba que “Hasta tanto el PARTIDO REVOLUCIONARIO MODERNO (PRM) convoque un congreso para debatir el tema de la reelección presidencial, la misma estará prohibida”; los nuevos estatutos aprobados hace referencia a la repostulación presidencial en el nuevo artículo 149 que dice que la “postulación de un Presidente de la República del Partido. El Presidente de la República tiene la opción de aspirar a un segundo período constitucional consecutivo y no podrá postularse jamás al mismo cargo ni a la Vicepresidencia de la República”.
Tanto el presidente de la Comisión de Reforma Estatutaria del partido oficialista, Eddy Olivares como el presidente del partido, José Ignacio Paliza, han manifestado que “todos los cambios” se venían trabajando desde el 2019 y que lo realizado “fue una adaptación” de ese artículo para ponerlo acorde a lo que establece el artículo 124 de la Constitución, que reza que el “Presidente o la Presidenta de la República podrá optar por un segundo período consecutivo y no podrá postularse jamás al mismo cargo ni a la Vicepresidencia de la República”.
Sin embargo, esto refleja un cambio de parecer en la opinión de Abinader, quien mientras estaba en la oposición siempre fijo posiciones contrarias a la reelección presidencial consecutiva; pero desde que cumplió un año en el poder, nunca negó la posibilidad mientras muchos de sus funcionarios, realizaban discursos reeleccionistas cada que tenían la oportunidad.